El
amor es la excusa de la vida
José
Martí
¿Habrá que hablar de amor en estos tiempos?
Respuestas que nos damos cada uno; testimonios, conquistas, posesiones, versos,
caprichos, disfrutes, placeres.
Convierte en frutos las
semillas que de amor hay en ti, ese estado mágico que vive cada persona, eso
que permite que renazca la esperanza y deja huellas profundas e imperecederas,
a pesar de las circunstancias diversas, que nos ponen en riesgos y apuros, pero
que incluso así nada lo detiene en su intento.
Ante él tenemos un carácter
defensivo y hasta justificativo, revestido de prejuicios y machismo en
ocasiones. Es ese sentimiento en el cual encontramos momentos de claridad y
penumbra, con hojas secas y también retoños, pero que de todas formas deja ver
sus maravillas. Nos vuelve dóciles y feroces a la vez, peculiares en nuestras
expresiones. Sensibles, apasionados, privilegiados de lo que amamos, nos
fortalece ante los detractores, y
espontáneos en los avatares cotidianos, además de mostrarnos el galopante paso
de la vida.
No es cobarde amar en vano ni encontrar
culpables; tan poco vemos fronteras. Se percibe como un hombre de manos firmes
y una mujer con pies sin ruido que llega a la puerta sin percatarnos.
Hoy tocamos el deseo que sentimos
de amar todo lo que nos rodea, por lo que no permitamos que nos resulte ajeno,
que pase por nuestro lado y dejemos ir; si es de cualquier manera parte de la
existencia de un hogar, un proyecto, con virtudes y defectos, demandas y
ofertas, atrevidas flechas y potentes arcos. Es él quien luego de largas
jornadas de trabajo nos robustece.
¿Quién ha dejado de amar, de
vivir una aventura, disfrutar una mirada y responder una sonrisa ante la menor
sospecha? Entonces decidámonos: No calles ese te quiero; no disimules ese te
extraño; no niegues un beso; no te limites de amar.
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