viernes, 28 de abril de 2017

Versos del alma




Conocer a Elisa Pérez Rivero, aunque fue por azar resultó de gran placer, es de esas mujeres que encuentra una enseñanza  a  cada instante.

Tunera de nacimiento, pero  de residencia bayamesa frágil y fuerte a la vez, dulce esposa e incondicional madre de dos ejemplares hijas; de profesión escogió la contabilidad, sin embargo, dedica gran parte de su tiempo a la poesía  que desde muy joven  recrea a plenitud.

“Aprovecho todas las  oportunidades  que se me  ofrecen para escribir, expreso  todo lo que tengo en mi interior ”, así manifiesta Elisa, mientras me enseña unos de los poemas de sus  colecciones, ella multiplica las fuerzas a pesar de los trances de su existencia, ”siempre me gusta ver el lado bello de la vida, soy muy realista”. 

Su creación literaria es empírica, ”lo hago con tremendo encanto, es para mí una magia, son versos del alma”, entre los cuales tiene como inspiración  a dos inmortales de nuestra historia Fidel y Chávez , ”por ellos siento un inmenso afecto, son líderes de talla universal, paradigmas para todos”, además nos muestra,  la colección, Mi niña pregunta , en esta recrea la infancia de sus dos hijas. 

"La compilación,  Fidel, es un homenaje que le hago a ese  hombre extraordinario del siglo XX, por su legado,  su obra con los humildes y para los humildes".
Hace sesenta años partió
en el Granma un soñador
teniendo tanto valor
que su travesía acompañó,
hoy nuevamente embarcó
en el yate de la historia
dejando toda la gloria
que su virtud nos legó.

"La composición   Chávez, constituye una   pequeña distinción  que hago a un ser de gran humanismo, por su mirada futurista, por su entrega total a la defensa de  sus ideas y convicciones".
Huracán de ideas
Aguacero de esperanza
Para hombres como tú
Una vida no es tanta
Tú seguirás con tu lanza
Y tu espada justiciera
Luchando sin fronteras
Por los pueblos de América.

Así transcurren los días para Elisa,  entre plumas y papel, negando  la  entrada  a  su mente a esos pensamientos que la entristecen y  le nublan su mirada,  y de esta manera procura mantener siempre la  esperanza de su pronta mejoría.