miércoles, 27 de febrero de 2019

Los amores de Sonia



Solo el amor convierte en milagro el barro.
Debes amar el tiempo de los intentos
debes amar la hora que nunca brilla
y si no, no pretendas tocar los yertos
solo el amor engendra la maravilla
solo el amor consigue encender lo muerto
solo el amor engendra la maravilla.


El amor es el sentimiento más completo del ser humano, el amor nos permite dar y recibir sin reparos, disfrutar lo que hacemos, al amar mostramos que lo imposible no es un hecho, es solo una opción. Por eso comienzo mi texto con esas expresivas  estrofas de nuestro  cantautor Silvio Rodríguez. 





 












   


Cuando amamos lo que fraguamos lo convertimos en maravilla, así lo manifiesta la licenciada en Enfermería, Sonia González Barrera, del Hospital Provincial Carlos Manuel de Céspedes, de la ciudad de Bayamo, provincia Granma. Con treinta años de experiencia, intensivista desde 1998 y dedicada a la especialidad de quemado a partir del 2003, ella pone  amor infinito a todo su contorno, a su esposo con quien comparte  retos y vence obstáculos hace más de 30 años, a su adorado hijo, y  también se  las arregla para darles vueltas, y más vueltas  a los  pedales de su bici, llegar  muy temprano a su sala de curas aliviar el dolor incomparable de todo el que sufre una quemadura y entregar ese amor que tanto precisa  el doliente. 

Desde muy joven ella  decidió ser enfermera,  profesión que requiere de ese sentimiento de amar, de paciencia, delicadeza, y comprensión, recibe con una bella sonrisa  a todos los que la necesitan, detalla con minuciosidad todo el proceder ante una situación; hoy reafirma en cada consulta que vive enamorada de lo que hace porque siente un inmenso  placer  cuando se va de alta uno de sus pacientes convertidos para siempre en un gran amigo.