Hoy celebramos el día del trabajador de la aviación y traigo una realidad
que quiero compartir…
Desde muy pequeño dije: Seré desmochador de palmas o piloto, estas son
palabras de alguien que con gran responsabilidad y madurez expresó cuando
todavía no llegaba a los 10 años de edad, quizás sin saber lo que implicaba tal
afirmación.
La vida fue acotejando cada paso…
Muy lejos donde la vegetación es sugerente y las frutas saben mejor que
ningún lugar de Cuba, por el clima tan especial, Yateras, Guantánamo, tierra de
los guapos al decir de la voz popular y los refraneros, nace Juank, este
intrépido, de los que se enfrentan y
dedican su vida al trabajo fuerte y sin horas, de los que no le
temen a nada ni siquiera a las grandes alturas.
Con referencia del Astro Rey, la velocidad de los vientos y la humedad
relativa ajusta sus cinturones, protege sus oídos de los secos sonidos de
motores, espera señales y alza el vuelo. De ese modo convierte en realidad su
sueño cada día.
Jamás pensé tener tan cerquita a este atrevido de las alturas y me deleito
con sus anécdotas con mucho placer, él es de los que al salir el sol
ya ha contemplado todo el horizonte, ha
encendido miles de botones y ha ejecutado varias acciones; con habilidades
infinitas, concentración y paciencia toma las mayores velocidades,
girando a la derecha una vez y otra a la izquierda, así es este hombre con
quien comparto mis días, mis más grandes secretos y mis mayores anhelos en
unión de mi adorable hija y demás seres queridos.
Éxitos a este valeroso y a sus compañeros, fieles guardianes de los cielos y
las tierras, quienes ponen su empeño cada amanecer.