Solo el amor convierte en milagro el barro.
Debes amar el tiempo de los intentos
debes amar la hora que nunca brilla
y si no, no pretendas tocar los yertos
solo el amor engendra la maravilla
solo el amor consigue encender lo muerto
solo el amor engendra la maravilla.
debes amar la hora que nunca brilla
y si no, no pretendas tocar los yertos
solo el amor engendra la maravilla
solo el amor consigue encender lo muerto
solo el amor engendra la maravilla.
El amor es el sentimiento más completo del ser humano, el
amor nos permite dar y recibir sin reparos, disfrutar lo que hacemos, al amar
mostramos que lo imposible no es un hecho, es solo una opción. Por eso comienzo
mi texto con esas expresivas estrofas de
nuestro cantautor Silvio Rodríguez.
Cuando amamos lo que fraguamos lo convertimos en maravilla,
así lo manifiesta la licenciada en Enfermería, Sonia González Barrera, del Hospital Provincial Carlos Manuel de Céspedes, de la ciudad de Bayamo, provincia Granma. Con treinta
años de experiencia, intensivista desde 1998 y dedicada a la especialidad de
quemado a partir del 2003, ella pone
amor infinito a todo su contorno, a su esposo con quien comparte retos y vence obstáculos hace más de 30 años,
a su adorado hijo, y también se las arregla
para darles vueltas, y más vueltas a los pedales
de su bici, llegar muy temprano a su
sala de curas y aliviar el dolor incomparable de todo el que sufre una
quemadura y entregar ese amor que tanto precisa el doliente.
Desde muy joven ella decidió ser enfermera, profesión que requiere de ese sentimiento de
amar, de paciencia, delicadeza, y comprensión, recibe con una bella
sonrisa a todos los que la necesitan,
detalla con minuciosidad todo el proceder ante una situación; hoy reafirma en
cada consulta que vive enamorada de lo que hace porque siente un inmenso placer
cuando se va de alta uno de sus pacientes convertidos para siempre en
un gran amigo.
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