martes, 28 de noviembre de 2017

NOVIEMBRE



Vuelve a nuestros rostros el reflejo de aquellos días de apenas hace un año, de realidades que vivimos y no aceptamos fácilmente.
Llega noviembre y con él se acoplan y fijan las miradas en un solo rostro: FIDEl;  humedecen los ojos, comprimen  los pechos, fruncen los semblantes y hasta se aprietan  los labios y nos preguntamos, ¿por qué  tenía que ocurrir?
Sentimos el mismo dolor inmenso, profundo de aquel 25 de noviembre, dolor de un pueblo que lo aclama, respeta y honra, un pueblo que lo lleva  adonde quiera que va, sin temor ninguno, y con la certeza de que triunfará, porque así nos enseñó, un pueblo con un gran compromiso con la historia, que se llama FIDEL.