Celebramos el día de los
abuelos, festividad poco difundida, pero no por eso menos significativa para
todos.
Comparto estas líneas que mi
Amanda de Jesús le hizo a mi mami, su adorable abuela:
No
sé en qué momento descubrí sus dones, si con tres o cuatro años, cuando ya
poseía razón de ser, a pesar de tenerla muy cerquita desde el día en que nací;
ella es mi luz, es mi lucero, me guía y aconseja.
Adorable
abuela Mayra, mi querida Ayita. Desde pequeña me ha cuidado, me ha arrullado en
sus brazos, cura mis heridas físicas y del corazón. Sus besos son puro amor,
antídoto de cualquier dolor. No he conocido mujer alguna que entregue su vida
tan incondicionalmente, ella es la excepción. Es fuerte aunque también es
delicada, sus ojos me llenan de confianza. Las historias que desde niña me
cuenta las recuerdo frecuentemente: nació en un tiempo distinto al mío y tuvo
la dicha de amar a un padre que a pesar de ser estricto, colmó de amor su vida
y ofreció la mejor educación y formación que la condujo por la vida repartiendo
amor. Su andar marcado por duros golpes, pero a cada golpe una sonrisa y una
lección.
Mi
abuela es invencible, no se detiene ante nada, ni enfermedades, ni pesares, ya
ama de casa y yo le pregunto: Abue, ¿tú no te cansas? Siempre tiene algo que
hacer: una costura, un diseño para mi closet, un dulce, una lavadita, un
barridito y aunque ya no puede hacerlo, su ímpetu trabajador infunde en todos
el deseo de laborar en casa, hasta a mí, que soy bastante demorona.
Al
conocer y tener a Dios más cerca, no
para de rezar en las noches por todos, ella dice que la oración nos hace
fuertes, por eso en ocasiones quiere que le acompañe a hacer su diario rosario,
luego pasa horas y horas con libros religiosos en las manos buscando cada día
una nueva plegaria para adjuntar a su
interminable colección de oraciones adicionales.
Mi
abuela es tan especial que ya no tengo palabras para continuar describiéndola.
Sé que con todo y mis defectos me ama.
-¿Quién
es?
-Es
mi abuela, buscando algo nuevo que hacer.
Besos
Especialmente para tí.
La familia es una
oportunidad de amar, de compartir y en ella encontramos los incondicionales
abuelos, esos seres queridos llenos de magia, ternura y paciencia que nos hacen
la vida llena de bendiciones, pues entregan sus corazones por el bien de los
demas; que al decir del Papa Francisco: “Que importantes son en la vida de la
familia para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es escencial
para toda la sociedad y que importante es el encuentro y el dialogo intergeneracional,
sobre todo dentro de la familia, niños y ancianos construyen el futuro de los
pueblos. Los niños porque llevaran adelante la historia,los ancianos porque
transmiten la experiencia y la sabiduría de su vida”.