Mi Comandante tu relevo está garantizado, está aquí presente, te llevamos siempre, así quiero expresarlo, y así lo manifiesta la juventud, lo veo en mi Amanda que se inspira para escribir:
Días
como estos no se olvidan nunca, quedan marcados en la vida de todo cubano. Para
quienes tuvieron la dicha de conocerlo personalmente, de estrecharle la mano,
de darle un abrazo, es un profundo sentir; pero para quienes como yo no tuvimos
la oportunidad, duele más su partida física. Crecí con sus palabras, con sus
reflexiones, con su impronta y lo más importante su accionar con los pobres del
mundo.
Ayer,
en la espera ansiosa por el recibimiento de sus cenizas, en esa inmortal
caravana de la Libertad, sentí una emoción indescriptible; allí estaba Fidel,
en cada niño, en cada adolescente, en cada joven, en cada mujer y en cada
hombre, hoy está más vivo que nunca. Él iluminó mi Bayamo querido, mi dulce pueblo
rebelde, aquí no lo despedimos, aquí solo recibimos sus cenizas mortales y con
nosotros quedó su espíritu para siempre porque todo cubano sabe que decir: Yo
soy Fidel, es decir: Sí por Cuba, Sí por la Revolución.
Nunca
imaginé este momento, nadie quería que llegara, con casi 18 años, siento una
responsabilidad inmensa con mi país, pude haber nacido en cualquier otro lugar
del mundo, pero fue aquí en mi bella Cuba, la tierra más linda, más valiente,
más solidaria, más fiel, más libre. Gracias por ser cubana, por ser bayamesa,
por haberle visto actuar junto a su pueblo, a este Comandante, a este líder que
perdurará eternamente.
Como la
nueva generación cumpliré y honraré el concepto de mi Revolución, evocando mi
glorioso Himno:
¡Al combate corred bayameses,
que la Patria os contempla
orgullosa;
(...)